Capítulo 1 Introducción
Ella se despertó. Inmediatamente después de despertar, se vio envuelta en un miedo fuerte, envolvente y previamente desconocido, que la hizo temblar violentamente. El sudor estalló en su cuerpo, y su corazón latía tan fuerte que parecía como si estuviera a punto de detenerse o estallaría por completo, dejando como resultado enormes manchas de sangre que permanecerían para siempre en un cuerpo entumecido y sin alma. Tenía un fuerte sabor a orina en la boca. Los labios estaban destrozados y las comisuras estaban muy desgarradas.
El temor la encadenó tanto que le daba miedo incluso levantar los párpados y tragar saliva. Se había acumulado tanta que parecía imposible tragar tal cantidad de líquido.
Además, ni siquiera había fuerzas para esta acción, sin mencionar el sonido que acompañaría este proceso, y con un rugido ensordecedor se reflejaría por toda su cabeza. Temor. Destruye el alma. Necesitaba recuperarse.
La sed la vencía cada vez más. A pesar del exceso de saliva, la boca todavía se sentía seca, como en el desierto, y el corazón no dejaba de latir con fuerza. Necesitaba calmarse.
Un dolor de cabeza indescriptible. Sus ecos, como si se desmenuzaran en fragmentos, en pequeñas partículas. ¡Le dolía increíblemente! Y quería beber cada vez más. La sed la superaba tanto que ni siquiera era posible concentrarse.
Era imposible concentrarse en un solo pensamiento, que, como los fragmentos de dolor, resonaban en la cabeza, se precipitaban sobre ella, se mezclaban con los latidos del corazón.
Poco a poco, recuperó la conciencia, pero nadie se dio cuenta aún, lo que significaba que tenía tiempo para pensar las cosas. ¿Qué hacer? Comenzó a parecer como si los pensamientos comenzaran a reunirse gradualmente. Comenzaron a ensamblarse pequeñas piezas de la imagen general a partir de pequeños rompecabezas. Por un momento le pareció que empezaba a comprender algo…